sábado, 14 de agosto de 2010

Volar.

A mi me gustan los aeropuertos no solo por su gran tamaño, por la belleza de su estructura o por la grandisima organización por la que están compuestos. A mi, los aeropuertos me gustan por su interior.
Por las personas que esperan impacientes dos horas antes de que salga su vuelo o por las que corren de un lado a otro porque no son capaces de estar un minuto sentados. Porque un aeropuerto es una sede de naciones unidas, donde se concentran millones personas de lugares que jamas nos podríamos imaginar que existieran.
Me gustan los aeropuertos porque las personas son capaces de guardar en sus maletas trocitos de sus vidas.


Porque están llenos de sentimientos, añoranza, alegría, desaparición, tristeza, bondad, amor, felicidad...
Porque se reunen personas de todo tipo, clases, formas y colores y nadie se mira mal. Porque en un aeropuerto la gente se viste como quiere y se realizan las mejores carreras de 200 metros lisos/ 100 metros con obstáculos para poder llegar de una terminal a otra a tiempo. Porque las tiendas del aeropuerto son ¡libres de impuestos!. Porque es agradable ver abrazos continuamente. Porque nos encanta andar por las cintas transportadoras y que parezca que andamos muuuuy rápido. Por los uniformes de las azafatas y las mujeres que viajan con tacones. Porque aunque lleves toda la vida viajando, te sigue haciendo ilusión que te pongan un sello en el pasaporte...
Y por supuesto, me gustan los aeropuertos, porque se puede VOLAR.

1 comentario:

  1. Bravísima.

    Si no vuelas tú, no se me ocurre quién podría hacerlo.

    Abrazos miles, pequeña V ^^

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