domingo, 29 de agosto de 2010

Forget Forgot Forgotten

Las personas, (las que si somos humanas) necesitamos razones que nos recuerden lo que hemos vivido. Razones que nos hagan tener presente un momento. Monumentos a escala que imiten lugares en los que hemos estado, canciones que te hagan recordar a una persona, postales con sellos de Nueva York, Londres, Paris, Tokio, Estocolmo... billetes de avión recortados que actúen como testigos de los paises visitados. Fotos con personas que han estado o están formando parte de nuestra vida. Cajas de zapatos forradas con viejos papeles de regalos de las navidades pasadas que guarden los billetes del metro, las pegatinas de las maletas. La pulsera que te encontraste en la puerta de aquella catedral, el llavero que trajiste como regalo y nunca diste, la cucharilla del helado que te comiste, la moneda y el billete desconocido, el dibujo que hiciste en la servilleta del starbucks y el numero de teléfono de aquel chico que te apunto en el paquete de tabaco.

¿simple? verdadero.


De alguien verdaderamente inteligente escuché una vez que el peor mal que puede invadir a una persona es padecer de miedo.

Miedo al olvido.

Cursi, empalagoso y enternecedor pero hay quien por hacer esto, aun no padece de olvido.

sábado, 28 de agosto de 2010

not personal.


Bajo un cielo plomizo que parecía decirle "Lo siento, no es nada personal", en un día cualquiera en una ciudad cualquiera, Ella salió a la calle. Tropezó con el escalón y miró hacia arriba. "Hoy no será un buen día, lo presiento".

A medida que iba caminando, con su acostumbrado café en mano, su habitual optimismo fue haciéndose cargo de la situación. Ese primer pensamiento negativo quedó enterrado.

Todo lo que encontraba la devolvía a algún momento de su vida, de su anterior vida. A su infancia en la casa de Asturias, llena de recuerdos con las montañas de fondo, con sus abuelos; tantos momentos al crecer... Cualquier pensamiento, cualquier recuerdo, por pequeño y tonto que fuese, hacía que florecieran en su rostro una hermosa sonrisa y unas mejillas sonrosadas.


"Bueno", se dijo, "a la fuerza todos los días tienen momentos buenos y momentos malos; sólo se trata de dar más importancia a los buenos para recordarlos con más nitidez...". Y sonrió. Una nueva sonrisa.

Porque sólo así puede afrontarse el día a día: con una sonrisa en los labios... y un café con azúcar.

En su iPod sonaba "Cos´ if one day you wake up and find that you´re missing me...". Su bolsa iba rebosante de ilusión y esperanzas. Y las gafas de sol a la última moda ocultaban ojos rojos y grandes ojeras causadas por el insomnio.

Su último pensamiento antes de doblar la esquina, rumbo a cualquier parte y a ninguna, se lo dedicó al pasado, al presente y al futuro. "Tengo miedo. No sé qué me esperará en la próxima calle", reflexionó, "pero seguro que es algo positivo... aunque en un primer momento no lo sea". Algo que había aprendido gracias a los golpes que da la vida.


Y con una nueva sonrisa en los labios, Ella cambió de canción y observó que los nubarrones iban desapareciendo.


miércoles, 25 de agosto de 2010

.. you are somebody's reason to smile (L)

Cuando estaba en sexto tuvimos que leer Romeo y Julieta en clase, y luego, para subir nota, la profesora nos hizo actuar cada escena. El chico más popular era Romeo y ¡cómo no! el destino decidió que yo fuese Julieta. El resto de las chicas de la clase me tenían celos, pero como yo me sentía diferente, le dije a la profe que Julieta era idiota. Para empezar, se enamora del único tío que sabe que no podrá alcanzar y luego culpa al destino de su propia mala elección. La profesora me explicó que cuando aparece el amor hay veces que el elegir simplemente desparece por la ventana. A los 13 años yo lo tenía muy claro. El amor, como la vida, se basa en tomar decisiones, y el destino no tenía nada que ver en ello. Todo el mundo cree que es tan romántico... Romeo y Julieta, amor verdadero... qué triste. Si Julieta era lo suficientemente tonta como para enamorarse del enemigo, beberse una botella de veneno y dormise en un panteón... Se merecía lo que le ocurriera.
Igual Romeo y Julieta estaban destinados a estar juntos, pero sólo durante un tiempo, y ya pasó. Si hubiesen sabido eso de antemano quizá todo habría ido bien. Le dije a la profesora que cuando fuese mayor tomaría el destino con mis propias manos. Mi profesora me dijo que tendría suerte si alguna vez encontraba ese tipo de pasión con alguien, y que si así era, estaríamos juntos para siempre. Todavía creo que, la mayoría del tiempo, el amor funciona con elecciones. Se trata de dejar el veneno en la botella y crear tu propio final feliz. La mayoría de las veces. Pero otras, incluso con las mejores elecciones y las mejores intenciones, el destino sigue ganando.

sábado, 14 de agosto de 2010

Volar.

A mi me gustan los aeropuertos no solo por su gran tamaño, por la belleza de su estructura o por la grandisima organización por la que están compuestos. A mi, los aeropuertos me gustan por su interior.
Por las personas que esperan impacientes dos horas antes de que salga su vuelo o por las que corren de un lado a otro porque no son capaces de estar un minuto sentados. Porque un aeropuerto es una sede de naciones unidas, donde se concentran millones personas de lugares que jamas nos podríamos imaginar que existieran.
Me gustan los aeropuertos porque las personas son capaces de guardar en sus maletas trocitos de sus vidas.


Porque están llenos de sentimientos, añoranza, alegría, desaparición, tristeza, bondad, amor, felicidad...
Porque se reunen personas de todo tipo, clases, formas y colores y nadie se mira mal. Porque en un aeropuerto la gente se viste como quiere y se realizan las mejores carreras de 200 metros lisos/ 100 metros con obstáculos para poder llegar de una terminal a otra a tiempo. Porque las tiendas del aeropuerto son ¡libres de impuestos!. Porque es agradable ver abrazos continuamente. Porque nos encanta andar por las cintas transportadoras y que parezca que andamos muuuuy rápido. Por los uniformes de las azafatas y las mujeres que viajan con tacones. Porque aunque lleves toda la vida viajando, te sigue haciendo ilusión que te pongan un sello en el pasaporte...
Y por supuesto, me gustan los aeropuertos, porque se puede VOLAR.

viernes, 13 de agosto de 2010

..suficiente con eso


Es posible evaluar la importancia que le asignamos a algo considerando el tiempo que estamos dispuestos a dedicarle. Cuanto más tiempo dedicamos a hacer una cosa o a pensar en ello, más evidente resulta el valor que tiene para nosotros.
Si quieres conocer las prioridades de una persona, fíjate en cómo usa el tiempo y adivinarás sus puntos más débiles.
..Cuando le dedicamos tiempo a una persona, le estamos entregando una porción de nuestra vida que nunca podremos recuperar, que se irá y nunca volverá. Algunas veces ésto no merece la pena, pero otras, poder compartirlo con ellas es lo que realmente le da sentido a todo.
Nuestro tiempo es nuestra vida y es el mejor regalo ..

viernes, 6 de agosto de 2010

..new perspective :)


La vida está hecha para ser vivida, contada, disfrutada. Para brincar sobre los colchones, tomar carrerillas, saltar sin paracaídas. Para sonreír sin motivo y reír sin razón. Vivir cada día sin saber qué deparará el siguiente. Y estos días hacerlos diferentes. Reír, aprender a volar... Medirla por instantes mágicos, momentos especiales. Dejar pasar el telón del tiempo, y mientras tanto, descubrir infindad de cosas con él, comprender, afirmar... pero sobre todo, no dejar que sea el tiempo quién mida lo vivido, lo valore o lo clasifique. Cada cuál tiene 86400 oportunidades, diarias, de transformar un día en algo especial... ¿y tú aún sigues leyendo esto?