..salpicarnos del sabor a verano :)

Es increíble como cuando cierras un capítulo de tu vida y puedes leer la historia desde fuera sin sentirte tú la protagonista, te das cuenta de tantas y tantas cosas que hubieras cambiado, otras que hubieras hecho, y cosas que hubieras dejado de hacer. Quizás ahora sea tarde, tarde para borrar los malos tragos, las lágrimas saladas derramadas sin merecer. Tarde para borrar los recuerdos, para hacer como si nada hubiera pasado, y para dejar de temer la tristeza o dejar de tenerle miedo al miedo. Quizás ahora sea tarde para parar el mundo y bajarme de él.


Por fortuna, aún no es tarde para gritar que el libro de los malos ratos se cerró, y que no sólo está cerrado, sino que también lo he guardado en el rincón oscuro de donde nunca nadie lo debió sacar, y en el olvido, donde siempre debió estar.

..Porque tú eres la que diseña tu destino. Eres la autora. Tú escribes la historia. Tú escribes tu historia. La pluma está en tu mano y el resultado es el que TÚ elijas.

..Desayunos con diamantes (L)

..Hay momentos que suceden a la ligera, pese a que son más intensos e importantes de lo que en un primer momento pueda parecer.
VAME y M bailan, saltan, cantan, disfruta, sueñan. Comen chucherías a altas horas de la madrugada, sin importarles demasiado lo que piensen los demás, sin dejar que nada ni nadie estropee lo que tienen, las unas a las otras.


Frases de una película bonita, miradas que lo dicen todo, cosquillitas, risas ante cualquier estupidez, mil fotos...
Tantas dudas, tantos caminos, tantos desvíos, tantas opciones, tantos aciertos :)




Amigas. Quizás desde siempre, aunque no se conocieran. Para siempre. La amistad es un hilo sutil e indestructible que atraviesa la vida y todos sus cambios.
Una amistad que no sabe lo que es el cansancio... (L)

lo olvide.

Deje de formar parte de algo increíble…

Deje de ser una inicial mas pintada con edding en la mano. Deje de ser un medio corazón unido a otro, deje de ser tardes de biblioteca donde lo único que escribía era sonrisas y listas del pasado. Deje de ser azotea para tomar las nubes los días oscuros, deje de ser pequeña y gordita, de ser piques, deje de ser frases inacabadas, deje de escribirte, y deje de ser llamadas de 34 minutos.

Y tu lo dejaste de ser conmigo.


Comenzamos a mentir.


Lo siento por odiar las sonrisas de compromiso, y las malas miradas, siento que no me gusten las llamadas de 5 minutos sin saber que decir. Lo siento, porque no soy un intento de ser lo que era, siento no querer ser la segunda ni la tercera, y siento no querer estar ahí solo cuando las demás fallen. Siento haber dejado de formar parte de algo increíble

Y siento que tu hayas dejado de formar parte de eso, conmigo.


olvidé lo que eramos.

..y hadas hermosas

".. Te quiero ahora mientras lees mi carta,, y quizás te preguntas si no estaré loca. No te equivocas.." Así terminaba la carta. La encontré hoy por casualidad guardada en un cajón con llaves. Mi letra y esa hoja con rosas en los costados me son tan conocidas como las páginas de mi vida. No la entregué. Nunca le llegó a quien le tenía que llegar, siempre esperó con sigilo volar,, pero ahora solo tiene olor a olvido y dolor. La leí y rememoré todo aquello en ese año.. Era una época de príncipes y besos a sapos, de ilusiones de colores y de saltar en cada charco.

Tenía palabras y frases subrayadas, quizás para intentar volcar un ápice de arrepentimiento,, y tal vez de decepción. Letras de canciones, reglas para desobecederlas, miradas en cuentagotas,, y un dulce recuerdo al que sigo aún aferrada.

- ¿Que hiciste entonces..?

- Nada,, guardé la carta justo donde estaba antes, donde merecía estar. En el olvido.

De verdad.... peace&love

A mí siempre me han encantado los aeropuertos. No sólo porque, en la mayoría de los casos, cuando vas a un aeropuerto es porque te vas de viaje o porque vuelves(y entonces tienes un millón de recuerdos nuevos, de experiencias vividas).
También me gustan porque puedes observar. Puedes pararte a mirar a la gente que hay a tu alrededor, y mirarles de verdad. Y ves esas despedidas, esos reencuentros. E imaginas las historias que hay detrás de cada abrazo, cada beso, cada sonrisa...o cada lágrima. Y te encantaría poder fotografiar esos momentos, en los que se refleja la verdadera naturaleza humana.

Ves a una pareja despidiéndose, tal vez llorando...piensas que igual no se vuelven a ver hasta dentro de dos meses porque ella trabaja en otra ciudad... Un hombre joven que recibe a su madre, que quizá viene de hacer un viaje con unas amigas... una mujer que todavía tiene ganas de vivir, de conocer, de ver lo que no ha podido ver en toda su vida.
En ese momento tal vez llegue un grupo de mochileros, chicos y chicas con ilusión en la mirada que habrán buscado un vuelo barato y van a la aventura, quizá sin un sitio donde dormir. Y se dirigen a la zona de "departures". O un matrimonio anciano que, agarrados del brazo, vienen a recoger a su hija, que vuelve a casa a pasar unos días.

Los aeropuertos son un hervidero de emociones. Y en un mundo como éste, en el que domina el egoísmo, eso es un placer. Es observar lo naturalmente bueno del ser humano. Que a veces es difícil de encontrar.
Por eso, [peace&love.] Unas palabras que ahora están de moda, que se usan como palabras vacías. Que mucha gente no sabe realmente lo que significan.
De verdad que tengo muchísima envidia de mis padres; ellos vivieron en los 70.

Reflexiones a media voz...

.. Quizás yo sea la rara. O a lo mejor los raros son el resto de la gente; lo cual me haría diferente, especial también. Con el paso del tiempo me he dado cuenta de que no quiero princesas, ni Cenicientas, ni un gran vestido, al menos no durante toda mi vida [^^]. Ni tampoco necesito un hombre alto, moreno y de ojos claros, éstos últimos ya los pongo yo.

He llegado a la conclusión de que lo que yo necesito son grandes momentos. No un "siempre nos quedará París", ya no. Ni siquiera un "Buenos días, princesa", ni ninguna otra frase especial. Estoy aprendiendo a vivir sin ellas.

Tampoco necesito que Celine Dion le ponga una banda sonora a algo que sólo siento yo, ni tener una madrastra que me impida estar con quien quiero, esa clase de barreras ya me las pongo yo solita.

Yo sólo necesito algo normal, algo dulce o quizás algo raro. Pero algo. Algo que me haga sonreír el resto de mis días, algo que me llene por dentro, que me siga, que me complete. Algo que me sienta, que me motive. Algo que consiga sacar toda esa fuerza que llevo escondida y que demasiadas veces me ahoga.

... algo que me lleve a las nubes.

,, Es tener esos recuerdos. Aquellos en los que reírnos hasta quedarnos sin respiración era lo más importante (L)

cartas antes de las siete.

Parece que la lluvia no cesa. Que el frío no quitara las mantas de mis pies hasta las siete. Les aconsejo que oigan bien mi historia. Traguen saliva. E intenten comprender como el corazón puede llegar a la saciedad, como las manos pueden llegar a morir de frio…

[ 18.30]

Te esperé, lo hice. Estuve esperándote justamente hasta que mis pies olvidaron como moverse. Te llame, lo hice. Hasta que la estúpida mujer que me avisa que se me ha agotado el saldo comenzó a gritarme. Lloré, lo hice. Hasta que olvide la razón por la que lloraba. Y grite, lo hice, grite muy fuerte. Tanto que hasta tú te enteraste que me iba, que no pensaba esperarte más. Ya no recordaba ni siquiera porque estaba allí. Se me habían olvidado tus palabras. Tus caricias y hasta tu forma de mirarme. Se me olvidaron los 13 lunares de tu espalda que me encargue de contar uno por uno. Y aquel que tienes en el cuello y tantas veces mordí. Me olvide de cómo te acercaste te acercaste y te acercaste la primera vez que te vi y esperaste a que te dijera la larga lista de cosas que tenía pensado decirte, hasta que no pude mas, me empecé a reír, tire la lista y tire de ti. Te bese. Lo hice. Y justamente eso fue todo lo que olvide después de gritar.

[19.00]

Ha dejado de llover. El frio ha quitado las mantas de mis pies, ya son las siete. Y mis manos se han muerto de frio.